domingo, 13 de marzo de 2011

tu mirada.

Aun recuerdo como si hubiera sido ayer, el momento en el que mis ojos miraron los tuyos por primera ves.




No podía creer que ya te iba a ver, estaba hay en mitad de la nada esperando a que llegaras, un día nevado, si bien recuerdo era final de mes de noviembre. 
Tenia en mis manos aquel disco de nuestras canciones que un día me enviaste por correo, odiaba saber que te tenia en la otra punta del mundo, no poderte besar y no poderte tener entre mis brazos.
Miraba mi reloj que marcaban las seis y cincuenta y cinco minutos de la tarde, tu esperada llegada seria a las siete, aquellos cinco minutos fueron los mas eternos de mi vida. 
Se me pasaron millones de cosas por la cabeza, que te iba a decir, como seria tu reacción y como seria el adiós.
Una canción despertó mis cinco sentidos, era la música de mi móvil, lo saque de mi bolsillo y apareció tu foto.
-Si, conteste.
-Camina un poco hacia la esquina y cuando estés hay cruza la calle, dijo tu hermosa voz.
En ese momento te odie eternamente, ¿por que tenia que ir yo?
Me propuse caminar pero los nervios podían con migo.
Saque fuerzas de donde pude y di tres largos pasos, llegue aquella esquina y vi tu figura perfecta, sentando en un cercano banco, estabas de espaldas así que no vistes lo nerviosa que me puse al verte.
No sabia que hacer, quería que el tiempo se parara, quería observarte para siempre, pero me moría por mirar tus ojos, esos ojos que en cada foto me enamoraba.
Camine despacio para que no me pudieras oír y me plante delante de ti, tu reacción me fue graciosa ya que estabas sentado de forma chula y al verme te levantaste de forma automática. 
Me miraste a los ojos durante varios minutos y mi mundo se paro, esos ojos me cautivaron y desde ese momento no abra ojos a los que ame mas que a lo tuyos, pero lo que termino por matarme fue tu sonrisa, esa sonrisa que me mostraste cuando te levantaste y rodeaste mi cintura con un acto de sexualidad.



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